El presidente Daniel Ortega prometió la construcción de un canal que cruzará Nicaragua de par en par, del Pacifico al Atlántico. También deberían doblar la ruta con un eje ferroviario. Largo de 270 kilómetros y con un presupuesto de 50 mil millones de dólares, el gobierno confió el proyecto a inversores de Honk-Kong. Según sus informes, este canal debería doblar el PIB nicaragüense.

 

Se inauguró las construcciones en diciembre de 2014 cuando abrieron una vía hasta el mar en Santa Adela. Sin embargo, no hicieron nada desde hace 3 años y la naturaleza invade de nuevo el territorio, como si nada pasara. A lo mismo, hicieron unos cincuenta hoyos a lo largo de la zona y obreros les cubrieron con hormigón, pero después se heló la progresión.  

 

Se alegran de esta noticia numerosos pueblos indígenas que viven en la ruta del canal, y que viven en el temor de una expulsión diariamente.

Se unen a la celebración los protectores del medio ambiente, ya que las construcciones podrían destruir unos 4000 kilómetros cuadrados de selva y marismas de los cuales dependen pueblos locales.

 

Las previsiones del gobierno preveían una inauguración del canal en 2020 pero parece muy compromiso el proyecto hoy.